Viernes Santo
Solemne Procesión de Santo Entierro de las Consagradas Imágenes del Señor Sepultado y María Santísima de la Soledad
Parroquia Nuestra Señora de los Remedios
“La Escuela de Cristo”
La Antigua Guatemala
Sacatepéquez
22 de Abril de 2011
Alegoría Procesional
Mensaje Procesional
Durante la última cena, nuestro Señor Jesucristo ofrece a sus doce apóstoles su cuerpo y su sangre, y al día siguiente se ofrece en Alma y Divinidad al Padre Celestial en el Calvario, para cumplir su voluntad y abrirnos las puertas del Cielo. En esa cena, se formó la unión de Dios con los hombres, que posteriormente a través de la Santísima Virgen María y sus hijos predilectos, los Sacerdotes, se transmite en cada Celebración de la Eucaristía, la Gracia Divina a través de la Consagración del Pan y del Vino.
Desde entonces los discípulos se reunían al primer día de la Semana recordando la Resurrección de Cristo, para estudiar las Escrituras y compartir el pan de la Eucaristía. En la hora de la misa estamos estrechamente unidos a la vida y misterio de Jesucristo por El y en El.
Detalle del Adorno
Sobre una plataforma de corte renacentista se pudo observar al frente un medallón con el mensaje catequético “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección”. Seguidamente se apreció a la derecha del genio de la muerte que apaga la llama de la vida inspirado en el altar fúnebre del Papa Clemente XIII. Recreando un corredor romano se apreciaron los bustos de los Apóstoles, recordando la última vez que estuvieron reunidos los doce, en aquel primer Jueves Santo de la humanidad dejando la presencia de Jesús desde ese momento con la Institución de la Eucaristía.
Al centro del monumento sobre un catafalco ricamente tallado inspirado en los arcos de la capilla del Santísimo Sacramento que se encuentra en la Basílica de San Pedro, la Urna Sevillana que guarda el cuerpo de la Consagrada Imagen del Señor Sepultado de la Escuela de Cristo, el cordero inmolado para el perdón de nuestros pecados, flanqueado a sus extremos por estatuas que representan las virtudes: La Fe, portando un crucifijo y un cáliz, La Esperanza, portando un ancla, La Caridad, con un niño en sus brazos, La Humildad, el sometimiento del género humano a la voluntad divina.
En la parte posterior observamos la Capilla del Santísimo Sacramento, se observa una réplica del tabernáculo, obra de Bernini, que en su interior resguarda la presencia viva de Nuestro Señor Jesucristo, la Eucaristía, custodiado por dos ángeles en oración permanente. Rematando este monumental conjunto, un arco de la misma línea renacentista que enmarca sobriamente la pintura que representa a la Santísima Trinidad, lienzo único existente en la Basílica de San Pedro y custodiado por dos ángeles que representan al genio de la historia que lleva en sus manos un libro y una pluma, que nos invita a reflexionar que todos en el día a día, nuestra historia, y que debemos de tratar de llevar una relación con Dios y los semejantes tratando siempre de hacer el bien; y en el otro extremo un ángel con un reloj de arena recordándonos que todo tiene un principio y un final, y que desde siempre Jesús es el alpha y omega, el principio y el fin… por los Siglos de los Siglos.
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