Quinto Viernes de Cuaresma
Solemne Velación de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Caída
Templo de San Bartolomé Becerra
La Antigua Guatemala
Sacatepéquez
04 de Abril de 2014
Apocalipsis del Apóstol San Juan (Cap. 21 Ver. del 10 al 27)
“Con eso me llevo en espíritu a un monto grande y encumbrado, mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, La cual tenía la claridad de Dios, cuya luz era semejante a una piedra preciosa, a piedra de Jaspe, transparente como cristal.
Y tenía un muro grande y alto con doce puertas y en las puertas doce ángeles y nombres esculpidos, que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. Tres puertas al oriente, tres puertas al norte, tres puertas al sur y otras tres al poniente, El muro de la ciudad tenia doce cimientos y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del cordero.
Y el que hablaba conmigo tenía cada caña de medir que era de oro, para medir la ciudad, las puertas y la muralla. Y no vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Omnipotente y el Cordero son el templo.
Y la ciudad no necesitaba sol o de la luna que alumbren en ella, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera. Y a la luz de ella andarán las gentes y los reyes de la tierra llevarán a ella su gloria y su majestad. Sus puertas no se cerraran al fin de cada día, porque no habrá allí noche y en ella se introducirá y vendrá a parar la honra y la gloria de las naciones.
No entrará en esta ciudad cosa sucia o contaminada, ni quien comete abominación y falsedad, sino solamente los que se hallan escritos en el libro de la vida del Cordero.
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