ArcángelCorp: Procesión Virgen de Dolores de San José

domingo, 20 de marzo de 2016

Procesión Virgen de Dolores de San José

Domingo de Ramos

Solemne Procesión de las Consagrada Imágenes de Nazareno de los Milagros "Rey del Universo" y Santísima Virgen de Dolores

Santuario Arquidiocesano del Señor San José

Zona 1

Guatemala

20 de Marzo de 2016

Alegoría Procesional

Confiar en Jesús misericordioso como María, "Hagan lo que Él les diga" (Jn. 2.5)

Este Domingo de Ramos del año de la Misericordia queremos aprender a confiar en Jesús misericordioso y para eso nos ponemos a la escucha de María. El mensaje que invitamos reflexionar a todos los devotos y devotas de la Santísima Virgen María está basado en el hermoso texto que el Evangelista Juan pone al inicio de la misión de Jesús. Nos referimos a las bodas de Caná de Galilea (cfr Jn. 2). El propio Papa Francisco nos lo explica:

"En las bodas de Caná, María aparece como la mujer atenta que se da cuenta un problema muy importante para los esposos: se ha acabado el vino, símbolo del gozo de la fiesta. María descubre la dificultad, en cierto sentido la hace suya y, con discreción actúa rápidamente. No se limita a mirar, sino que se dirige a Jesús y le presenta el problema tal como es: "No tienen vino" (Jn. 2,3), y cuando Jesús le hace presente que aún no ha llegado el momento para que Él se revele (cf. v. 4), dice a los sirvientes: "Hagan lo que Él les diga" (v.5). Entonces Jesús realiza el milagro, transformando una gran cantidad de agua en vino, en un vino que aparece de inmediato como el mejor en toda la fiesta.

Esto nos llena de confianza y nos abre a la gracia y a la misericordia de Cristo. La intercesión de María nos permite experimentar la consolación de Dios... La petición de María, durante el banquete nupcial, puesta por el Espíritu Santo en su corazón de madre, manifiesto no solo el poder mesiánico divino de Jesús sino también su misericordia.

En la solicitud de María se refleja la ternura de Dios. Y esa misma ternura se hace presente también en la vida de muchas personas que se encuentran junto a los que sufren y saben comprender sus necesidades porque miran con ojos llenos de amor. Dios valora y aprecia que seamos servidores de los demás. Esta es de las cosas que más nos asemejan a Jesús, el cual "No ha venido a ser servido sino a servir" (Mc. 10,45). Los que llenaron las tinajas hasta el borde se fiaron de María y con prontitud hicieron lo que se les pidió.

Durante el Recorrido