Sábado Anterior a Ramos
Solemne Procesión de las Consagradas Imágenes de Jesús Nazareno del Consuelo y Santísima Virgen de Dolores
Parroquia El Santísimo Nombre de Jesús
“Templo de la Recolección”
Zona 1
Guatemala
31 de marzo de 2012
Alegoría Procesional
Oración a Nuestra Señora en la Proclamación del Dogma de María como Madre de Dios
“Te saludamos, María, Madre de Dios, tesoro digno de ser venerado por todo el obre, lámpara inextinguible, corono de la virginidad, trono de la recta doctrina, templo indestructible, lugar propio de aquel que no puede ser contenido en lugar alguno, madre y virgen por quien es llamado bendito en los santos evangelios el que viene en el nombre del Señor…”.
Detalle del Adorno
El primero de los dogmas de fe en honor a la Santísima Virgen María, es el que la proclama como Theotókos (Madre de Dios). Así como Nuestro Señor Jesucristo, es, en su misma persona, Verdadero Dios y verdadero hombre, María es madre verdadera del hombre y de Dios.
De una nube que cubrió toda el anda, emergió una plataforma, donde una triunfante corte angelical anunciaba la aceptación en la tierra de esta verdad escrita en el cielo “¡Salve! María, Madre de Dios”.
Distribuidos a lo largo de toda la plataforma, ángeles portaron elementos que representaron las exaltaciones con los que san Cirilo ensalzaba Nuestra Señora, “Tesoro digno de veneración”, “Lámpara Inextinguible”, Cetro de la recta doctrina2. María Virgen, es Madre de Dios, digna de toda veneración pues “llevo en su seño a aquel es inmenso e inabarcable”.
Es la antorcha inextinguible porque guardaba todo en su corazón y aún en la tribulación se mantuvo encendida al pie de la cruz, todos nosotros la hemos acogido como madre no dudamos en amarla y le demostramos ese amor al exaltarla y alabarla, pues reconocemos ese lugar privilegiado que le fue otorgado por Dios mismo.
María es el trono de la fe verdadera, pues en ella descansó el Señor antes de nacer; en sus primeros días y al descender de la cruz. Revestida cual digna morada de Dios, nuestra Madre lució túnica buganvilia y manto azul, bordados en oro.
Remató el conjunto un medallón con el nombre de María, nombre de aquella que tiene la “Corona de la Virginidad”, “Templo Indestructible”, porque para Dios no hay imposibles ella es Madre y Virgen, purísima de cuerpo y alma.
Complementaron el adorno rosas artesanales, ofrenda convertida en oración en el Santísimo Rosario; que nos invita a unirnos con los ángeles, los santos para alabar con devoción a María: ¡Salve Virgen Madre Nuestra! ¡Salve Virgen Madre de Dios!
El Estandarte
Alma Contreras, Lucy López,
Lic. Kelvin Jax & ChapinAC
Ver Primera Parte: Jesús Nazareno
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