Procesión Jesús Nazareno El Dulce Rabí

Tercer Domingo de Cuaresma

Procesión Jesús Nazareno El Dulce Rabí

Parroquia Nuestra Señora de la Asunción

Jocotenango, Sacatepequéz

En lo que se refiere directamente a la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de Jocotenango, ésta mide aproximadamente 1.60 metros de altura, possee rostro manos y pies tallados y encarnados, el rostro que es el onbjeto de atención fundamental en cualquier imagen posee un tallado que de frente resalta los ángulos faciales, mientras que vista lateralmente es evidente la inspiración del artista en el Nazareno Mercedario existente en la Nueva Guatemala de la Asunción, pues los ojos, el bigote y la barba son de fino tallado, mientras que en general el rostor muestra rasgos nativos lo cual denota la mano de un artista local, sin embargo este rasgo no es nada raro encontrarlo dado que esta y muchas imágenes existentes en el templo de Jocotenango de Sacatepéquez como de la Nueva Guatemala, formaron parte de los bienes de las parcialidades de Utatecos y Guatemaltecos, que fue como se dividió este pueblo desde remota época.

Alegoría del Andas Procesional de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno “El Dulce Rabí”

Jesús les habló de nuevo diciendo: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá luz y vida” Evangelio según San Juan Capítulo 8, Versículo 12.

Jesús es la luz para todos lo hombres de todos los tiempos, la luz es símbolo de muchas cosas buenas, luz que brilla al amanecer, es alegría para los ojos y que llega a todos, a pobres y ricos, luz que triunfa sobre las fuerzas oscuras del mal.

Pero Cristo es más que eso, es el único que nos puede salvar de la esclavitud del pecado, Él nos quita esa ceguera espiritual que no permite verlo y seguirlo. Cuánta maldad hay en el mundo porque la humanidad tiene vendado los ojos del alma, y está sumergida en las tinieblas. Hoy, Jesús te invita a confiar plenamente en Él para caminar en la vida y la luz, luz que invadirá poco a poco tu ser.

Alegoría del Andas Procesional de la Santísima Virgen de Dolores

¡Oh Amor tierno, amor regalado, amor de Madre y más que de Madre! Toda tu vida está unida a tu divino Hijo Jesucristo. Todo el tiempo de tu paso por la tierra y de tu vida en el Cielo, nos ha traído en tu pensamiento, gimiendo por nuestros pecados, pidiéndole a Dios que se apiade de nosotros. Por el amor que tanto nos tienes, no nos desampares y protégenos. Amén