lunes, 30 de marzo de 2009

Procesión Jesús Nazareno de la Caída

Quinto Domingo de Cuaresma

Domingo de Pasión

Procesión de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Caída

Rey y Señor – Protector Perpetuo de la Humanidad

San Bartolomé Becerra

Antigua Guatemala, Sacatepéquez


Mensaje del Andas Procesional


Jesús dijo, “el que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga, pues el que sacrifique su vida por mi y por el evangelio se salvará”; muchos santos y Mártires fueron cruelmente torturados, pero han sido firmes en la fe, y ese es el cambio de vida que todos debemos practicar. (Evangelio según San Marcos VIII, 34-38).


Cambiar es un reto, es algo de lo más difícil, es una tarea ardua, pero sus compensaciones son infinitas ante la gran misericordia del señor, el cambio implica una nueva actitud de vida, un compromiso para con Dios, para con la santa Madre Iglesia, para con nosotros mismos y para Iglesia, para con nosotros mismos y para con nuestra comunidad, un cambio que exige que la piedad, la caridad, la generosidad y la entrega con corazón sincero sea efectiva máxime en tiempos de tanta dificultad y violencia.


La iglesia te invita a ser parte del cambio, fortalécete y fortalece tu iglesia para perseverar en la fe, en el andas procesional contemplaras el barroco de nuestra ciudad, si esta bendita ciudad de la Antigua Guatemala que descansa en la nube de la fe y la tradición, la Santa Madre Iglesia coloca al hombre Santo a quien como roca le confirieron su custodia, El Apóstol San Pedro mártir en la cruz, sucesor de Cristo y primer Papa, Cristo representado en la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Caída, cual divinidad nos ofrece el Reino de Dios al presentarse rodeado de poder y gloria, y nos dice “El que da la vida por mí, la salvará”; de forma sencilla se porta la Bendición papal otorgada en el 2008 a la Hermandad de San Bartolo como es conocida y extensiva a todos los devotos y devotas de la Consagrada y veneradas imágenes que de forma conjunta difundimos el evangelio de amor del Señor a través de nuestras manifestaciones de fe pública que constituyen la luz para nuestro mundo, cada vez que participemos de esta manifestación de fe, así será el número de bendiciones para nosotros y familia.


Cambiemos, velemos por nuestra Iglesia, preparémonos para el encuentro con nuestro Dios, para el encuentro con Jesús y su Santísima Madre y así todos, santos, devotos y fieles, amigos y familiares podamos contemplar toda su Gloria.



Vivencias de un Quinto Domingo de Cuaresma

“Y el viento soplaba como queriendo detener el andas, por que no quería despedirse, quiere contemplar unos segundos más a Jesús de la Caída”


“Gracias Jesús de la Caída, por permitirnos recorrer tus calles empedradas y acompañarte en tu procesión”

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