Tercer Domingo de Cuaresma
Procesión Jesús Nazareno de la Buena Muerte
Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario
“Parroquia Santo Domingo”
El mensaje procesional de está procesión se fundamenta en la cita biblica de San Lucas 14: 1-32 que nos narra la Parábola del Hijo Pródigo.
Esta parábola es sumamente rica de significado, refleja la espiritualidad crsitiana y de nuestra vida en Cristo; considera al hombre en el momento mismo en que se alejaba de Dios, olvidándole para seguir su propio camino, donde espera encontrar la plenitud y vida en abundancia. Describe el proceso que le hace regresar, con el corazón quebrantado y libremente abandonado, a la casa de su padre. Nosotros también somos hijos pródigos cada vez que pedimos la herencia a Dios para alejarnos de Él, cada vez que buscamos el amor donde no podemos encontrarlo. No es fácil recorrer el camino de la vida sin la ayuda de un Padre que nos ame, nos comprenda y nos anime.
Uno de los grandes retos de la vida espiritual consiste precisamente en reconocernos pecadores delante de Dios y pedirle su perdón. La historia del hijo pródigo no es una simple novela, es la de nuestras vidas llamadas a reconciliarnos con el padre. Él nos espera con los brazos abiertos para darnos de nuevo su amor. La vida humana es, en ciero modo, un constante regresar hacia la casa de nuestro Padre. Volver mediante esa conversión del corazón que supone el deseo de cambiar, la decisión firme de mejorar nuestra vida, y se manifiesta en obras de sacrificio y de entrega. Esto lo podemos lograr por medio del sacramento del perdón en el que, al confesar nuestros pecados, nos revestimos de Cristo y nos hacemos así hermanos suyos, miembors de la familia de Dios.
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