Tiempo Ordinario
Misa Solemne de 9 Días de los Oficiales del Ejército de Guatemala
Capellanía Militar Arquidiocesana San Miguel Arcángel
Guardia de Honor, Zona 10
Guatemala
29 de Agosto de 2014
Según las enseñanzas y la fe cristiana, la vida del ser humano no finaliza con la muerte del cuerpo, sino que el alma continúa su existencia más allá de los límites de la vida terrenal. Por esta razón, no dejamos caer en el olvido a los fallecidos después de su entierro, sino que les recordamos siempre, rezamos y mediamos por su descanso y el perdón de sus pecados.
Por medio de nuestra fe católica, se pueden ofrecer oraciones, sacrificios y Misas por los muertos, para que sus almas sean purificadas de sus pecados y puedan entrar cuanto antes a la gloria a gozar de la presencia divina.
La importancia de orar por los difuntos y ofrecer la Eucaristía por su alma, es el acto de caridad más grande que puede tener el cristiano, muestra la fe que Dios Padre aliviará las penas de nuestros hermanos que están en el purgatorio, pagando aún la satisfacción por las faltas que cometieron en la vida presente.
La Misa de cuerpo presente es celebrada en presencia de los restos mortales del difunto, luego de permanecer en velorio. A los nueve días después de fallecido, se ofrece una misa por una intención especial “para que el difunto sea digno de juntarse con los nueve coros de ángeles y en el recuerdo de la novena hora, cuando el Señor, antes de morir crucificado, prometió al ladrón el paraíso, que esperamos que también nuestros muertos vayan a heredar“. A los cuarenta días (o seis semanas), en el recuerdo de la Ascensión del Señor, que ocurrió a los cuarenta días después de su Resurrección, “para que de la misma manera ascienda al cielo el alma del difunto.
En esta ocasión presentamos el homenaje rendido en la Guardia de Honor, en memoria de los cinco Oficiales caídos en el cumplimiento del deber; hecho que enlutó al Ejército de Guatemala. El Servicio de Capellanía y la Comunidad San Miguel Arcángel compartió una Eucaristía de 9 días por el descanso eterno de sus almas pidiendo a Dios que siga confortando y dando vida a los familiares, amigos y toda la familia militar.
Al finalizar la misma, los presentes se dirigieron con una ofrenda floral hacia el monumento de los caídos en el cumplimiento del deber, en donde el Padre Fernando Divassi imploró la bendición de Dios sobre todas las familias enlutadas en estos momentos dolorosos.
Durante la Eucaristía
Consagración del Pan y el Vino
El Padre Nuestro
Finalizando la Eucaristía
Rumbo al Monumento de los Hèroes Caídos
Durante el Homenaje
Familias Enlutadas
Guía Espiritual
Padre Fernando Divassi
Monumento a los Héroes Caídos
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