ArcángelCorp: Procesión de Santo Entierro Cristo Yacente del Calvario

viernes, 29 de marzo de 2013

Procesión de Santo Entierro Cristo Yacente del Calvario

Viernes Santo

Solemne Procesión de Santo Entierro de las Consagradas Imágenes del Santo Cristo Yacente y Santísima Virgen de la Soledad, Reina de la Paz

Templo Rectoral Nuestra Señora de los Remedios

“El Calvario”

Zona 1

Guatemala

29 de Marzo de 2013

Alegoría Procesional

“Cada vez que comen de este pan y beben de esta copa anuncian la muerte del Señor hasta que venga” (I Corintios 11,26)

Cada domingo, cuando Dios el milagro de que el día despierte en cada región de la tierra, los seguidores del Señor Jesús nos reunimos para celebrar la pasión muerte y gloriosa resurrección del Señor, es decir su Pascua, como El quiso que fuera recordada. Y lo hizo cuando instituyó la Eucaristía en la última cena. Este adorno procesional fue inspirado en la parte central de este acto de culto que el Señor nos dejó.

La primera parte del adorno constó de una mesa-altar que mostró panes, uvas, espigas de trigo, un cáliz y, coronad este, una hostia. Un arco, abriendo la escena, contuvo la proclamación que hace el Sacerdote, consagrados ya el pan y el vino:

“Este es el Sacramento de Nuestra Fe”: en otras palabras, este es Cristo, el corazón de nuestra fe, Este pan y esta copa de vino, por las palabras del Señor en la Ultima Cena, ya no son pan y vino sino el Cuerpo y la Sangre de del Señor que se ha entregad en sacrificio para nuestra salvación. A estas palabras, los participantes en la Eucaristía respondemos con tres aclamaciones. La Primera:

“¡Anunciamos tu Muerte!”: leímos en lo alto del templete que portó la bellísima imagen del Yacente del Calvario. Esta imagen representó a un Cristo, no muerto, sino que duerme y está a punto de despertar. La imagen misma en su semblante, anuncia ya la gloriosa resurrección del Señor. Seguidamente, un altar de resurrección enmarca a la segunda aclamación:

“Proclamamos tu Resurrección”: habiendo ya oscurecido el Sábado Santo, los católicos nos reunimos para celebrar el acto de culto más solemne e importante del año: La Vigilia Pascual. San Agustín la llama: “La Madre de Todas las Vigilias”. Al inicio de la vigilia se enciende el Cirio Pascual que representa a Cristo que, habiendo muerto y siendo enterrado, no se quedó muerto pues resucitó. Varios signos contiene el cirio que nos dan el mensaje de la Pascual del Señor: la cruz, porque en ella fue sacrificado; el alfa y la omega, porque El es el principio y el fin de todo; cinco granos de incienso, nos recuerdan sus cinco llagas; el año que estamos viviendo (2013), porque El nos está salvando “hoy”; y finalmente, la llama nos anuncia que Cristo está vivo.

Los cristianos sin embargo, no estamos satisfechos con la vida que vivimos en esta tierra, porque estamos a la espera del Señor que vendrá a dar plenitud a nuestra historia. Por eso, concluimos con la última aclamación que es, a la vez una súplica:

“¡Ven Señor Jesús!”: Un arco y, en su interior una puerta abierta de par en par, invitó al Señor que vuelva como El mismo prometió. La Iglesia, esposa de Cristo, espera su venida porque en El tenemos puesta toda nuestra esperanza. “Ven Señor Jesús” son las últimas palabras de la Sagrada Escritura (Apocalipsis 22,20). Y millones y millones de voces en cada Eucaristía, cada día, hacen la misma súplica a su Señor.

Solemne Salida