Segundo Miércoles de Adviento
Tradicional Rezado Procesional Con La C.I. Santísima Virgen Inmaculada Concepción
Santa Iglesia Catedral Metropolitana
Guatemala
9 de diciembre de 2009
Alegoría del Tradicional Rezado Procesional
“Speculum Justitiae”
Espejo de Justicia
La Santísima Virgen María Espejo de Justicia, una de las virtudes cardinales, voluntad perpetua de dar a cada uno lo suyo, supo darle a Dios lo que es de Dios, al proclamarse humildemente como su esclava, teniendo siempre como ideal cumplir en todo la voluntad de Él.
Practicó en sumo grado la justicia para con el prójimo, a nadie hizo mal, quiso bien a todos, respetó a los mayores, fue amable para con los iguales, se abstuvo de la más mínima jactancia, siguió siempre los dictados de la razón y puso sus anhelos en la santidad. Cumplió también con la Justicia legal, todo lo que la Ley de Moisés ordenaba, aún cuando no estuviera obligada a ello, quiso que su Hijo fuese circuncidado, y se presentó con Él al Templo a los cuarenta dís del nacimiento para cumplir la Ley de la Purificación.
María espejo sin mancha, espejo de la santidad, limpísimo y purísimo donde se miró Dios quedando reflejadas sus perfecciones divinas, fiel imagen del Sol de Justicia, cuyos divinos rayos fecundan las almas, las hace germinar y florecer con todas las virtudes en su máxima expresión, es el espejo donde se ven los ángeles fieles de Dios.
Dios tiene otro espejo sin igual, el Verbo eterno esplendor de la gloria del Padre es imagen de su substancia que se hizo hijo de María, reflejando en Ella con la mayor fidelidad los atributos adorables de la divinidad, enriquecida con los más rico dones y gracias de sus infinitas perfecciones. Así como la imagen que brilla en un espejo es la más semejante al que la produce, y se produce sin trabajo de pintor y sin gasto de tiempo alguno, así también Cristo niño, sin trabajo por parte de la madre y sin espacio de tiempo, nace semejante a su Madre sin pecado alguno. La Madre llena de gracia y el hijo lleno de gracia y de verdad, la Madre humilde y mansa, y el Hijo manso y humilde de corazón; la Madre, pobre en riquezas y rica en méritos, el Hijo pobre por nosotros, siendo rico con los tesoros de la sabiduría y la ciencia de Dios.
Muchas cosas podemos ver en este espejo de María, lo que Ella es y lo que nosotros debemos ser, Siendo ella nuestra Madre, tan pura, tan bella, tan llena de justicia y sanidad, nosotros sus hijos que por serlo, deberíamos parecernos a la Madre, pues somos faltos de virtudes y llenos de pecados, pecados que nos han sido perdonados gracias a este espejo, a quien le debemos el valor inapreciable de nuestra libeación, porque Ella nos trajo a su Hijo, el Hombre-Dios Redentor.
¡Oh Señora! En quien vemos a las adorables perfecciones de la Santísima Trinidad, dignaos por vuestra dulzura, a corregir nuestras vivacidades e impaciencias; por vuestra humildad nuestras pretensiones y orgullo; por vuestra caridad nuestra frialdad para con nuestros hermanos; dignaos sobre todo, por vuestra santa protección, que volvamos a la gracia y amistad con Dios, que Vos seáis siempre para nosotros el faro a donde elevemos nuestros ojos, para dirigir nuestros pasos por las sendas de la justicia que conduce a la venerada vida y que lleguemos a ser cada día más conformes a vuestro Hijo divino, imitándonos a Vos, que sois su más viva imagen.
Los Gigantes
Los Angeles
Angel de la Guarda
Angel Custodio de la IglesiaChamuel Custodio Corazón de María
no hay mas belleza que la pura concepcion maximo ala madre de dios el puzo esmero en acerla y la escogio como madre nuestra y de nuestro señor que viva la reina del 9 de dicienbre. rene
ResponderEliminarGracias por su comentario, sin duda somos privilegiados por tener a la Santísima Madre de Jesucristo como Madre nuestra también.
ResponderEliminarSaludos