Solemnidad de la Asunción de la Virgen María
Solemne Procesión de Nuestra Señora de la Asunción
Parroquia Jesús Nipalakín
Ciudad Quetzal
San Juan Sacatepéquez
15 de Agosto de 2016
Alegoría Procesional
Fundamento:
El pensamiento se dirige ahora a la Madre de la Misericordia. La dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios. Ninguno como María ha conocido la profundidad del misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida fue plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne. La Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio de su amor.
Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo preparada desde siempre por el amor del Padre para ser Arca de la Alianza entre Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús. Su canto de alabanza, en el umbral de la casa de Isabel, estuvo dedicado a la misericordia que se extiende « de generación en generación » (Lc 1,50). También nosotros estábamos presentes en aquellas palabras proféticas de la Virgen María. Esto nos servirá de consolación y de apoyo mientras atravesaremos la Puerta Santa para experimentar los frutos de la misericordia divina.
Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del amor, es testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de Jesús. El perdón supremo ofrecido a quien lo ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de Dios. María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin excluir a ninguno. Dirijamos a ella la antigua y siempre nueva oración del Salve Regina, para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo Jesús.
Misericordiae Vultus
Mensaje Procesional:
“Reina de misericordia y madre de misericordia”, títulos que abarcan dos características que con frecuencia se atribuyen a la santísima virgen, que se ensamblan armónicamente en la devoción que el pueblo de Dios tiene a la Madre de Dios, llenas ambas de atractivo y muy gratas a los fieles.
"María ha sido llevada al cielo, se alegra el ejército de los ángeles", proclama la liturgia de hoy en el canto al Evangelio. Pero se alegra también el ejército de los hombres de todas las partes del mundo. Y numerosas son las naciones que consideran a la Madre de Dios como Madre y su Reina.
En efecto el misterio de la Asunción está unido a su coronación como Reina del cielo y de la tierra; "Toda espléndida, la hija del rey" --como anuncia el salmo responsorial de la liturgia de hoy-- (Sal 45, 14) para ser elevada a la derecha de su Hijo: "De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir" (antífona del Salmo responsorial).
El titulo de “Reina de misericordia” celebra la bondad, la generosidad, la dignidad de la santísima Virgen, la cual elevada al cielo, cumpliendo en su persona lo que prefiguraba la reina Ester (Est 4,17), “ruega incesantemente” a su Hijo por la salvación del pueblo, que acude a ella confiadamente en sus tribulaciones y peligros. La santísima virgen, por tanto es la “Reina Clemente”, que habiendo experimentado la misericordia de Dios, de un modo único y privilegiado, acoge a todos los que en ella se refugian”; por esto, es saludada con razón como “consuelo de los penitentes y esperanza de los pecadores”.
La inmunidad de María de todo pecado: La descomposición del cuerpo es consecuencia del pecado, y como María, careció de todo pecado, entonces Ella estaba libre de la ley universal de la corrupción, pudiendo entonces, entrar prontamente, en cuerpo y alma, en la gloria del cielo.
Su Maternidad Divina: Como el cuerpo de Cristo se había formado del cuerpo de María, era conveniente que el cuerpo de María participara de la suerte del cuerpo de Cristo. Ella concibió a Jesús, le dio a luz, le nutrió, le cuido, le estrecho contra su pecho. No podemos imaginar que Jesús permitiría que el cuerpo, que le dio vida, llegase a la corrupción. Su Virginidad Perpetua: como su cuerpo fue preservado en integridad virginal, (toda para Jesús y siendo un tabernáculo viviente) era conveniente que después de la muerte no sufriera la corrupción.
Su participación en la obra redentora de Cristo: María, la Madre del Redentor, por su íntima participación en la obra redentora de su Hijo, después de consumado el curso de su vida sobre la tierra, recibió el fruto pleno de la redención, que es la glorificación del cuerpo y del alma. La Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y asegurada para nosotros. La Asunción es una señal y promesa de la gloria que nos espera cuando en el fin del mundo nuestros cuerpos resuciten y sean reunidos con nuestras almas.
De la constitución apostólica Munificentíssimus Deus
Solemne Salida
Estandartes
Iniciando el Recorrido
Cortejo Procesional
Altar de la Festividad
Celebración de la Misa Solemne
Fe & Tecnología
Los Filarmónicos
Detalle del Adorno
Nuestra Señora de la Asunción
Turno Honor Entrada y Salida
2016
Turno Ordinario
Fotografías Por:
Jenny Hernández & Josué Aquino
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