domingo, 1 de mayo de 2016

Rezado de Nuestra Señora de Montserrat

Sexta Semana de Pascua
Solemne Rezado de Nuestra Señora de Montserrat
Parroquia Nuestra Señora de Montserrat
Colonia Montserrat II, Zona 4
Mixco
 01 de Mayo de 2016


Alegoría Procesional

"María Madre de la Misericordia"

María Madre de la Misericordia, cuida de todos para que no se haga inútil la Cruz de Cristo, para que el hombre no pierda el camino del bien, no pierda la conciencia del pecado y crezca en la esperanza de Dios, "rico en misericordia" (Ef. 2, 4), para que haga libremente las buenas obras que él le asignó (cf. Ef 2, 10) y, de esta manera, toda su vida sea "un himno a su gloria" (Ef. 1, 12).

María es Madre de Misericordia porque Jesucristo, su Hijo, es enviado por el Padre como revelación de la misericordia de Dios. Él ha venido no para condenar sino para perdonar, para derramar misericordia. María es también la Madre de misericordia porque Jesús le confía su Iglesia y toda la humanidad. A los pies de la cruz, cuando acepta a Juan como hijo; cuando, junto con Cristo pide al Padre el perdón para los que no saben lo que hacen. María con perfecta docilidad al Espíritu, experimenta la riqueza y universalidad del amor de Dios, que le dilata el corazón y la capacita para abrazar a todo el género humano.

De este modo, se nos entrega como Madre de todos y de cada uno de nosotros. Se convierte en la Madre que nos alcanza la misericordia divina. María es signo luminoso y ejemplo preclaro de vida moral: "Su vida es enseñanza para todos". "El primer deseo ardiente de aprender lo da la nobleza del maestro. Y ¿Quién es más noble que la Madre de Dios o más espléndida que aquella que fue elegida por el mismo Esplendor. Hasta el momento del nacimiento, custodia en su seno virginal al Hijo de Dios hecho hombre, lo nutre, lo hace crecer y lo acompaña en aquel gesto supremo de libertad que es el sacrificio total de su propia vida.

Acogiendo y meditando en su corazón acontecimientos que no siempre puede comprender, se convierte en el modelo de todos aquellos que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. También nos dirige la orden dada a los sirvientes en Caná de Galilea durante el banquete de bodas: "Haced lo que él os diga". María comparte nuestra condición humana, pero con total transparencia a la gracia de Dios. No habiendo conocido el pecado, está en condiciones de compadecerse de toda debilidad. Comprende al hombre pecador y lo ama con amor de Madre. Sólo la cruz y la gloria de Cristo resucitado pueden dar paz a su conciencia y salvación a su vida.

Encíclica Veritatis Splendor (Esplendor de la Verdad)
San Juan Pablo II, 6 de Agosto 1993.

Cortejo Procesional

En Horas de la Noche

Retornando al Templo

Quema del Torito

Detalle del Adorno

Nuestra Señora de Montserrat

Turnos 2016

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